En primer lugar, nuestro agradecimiento por haber depositado vuestra confianza en nosotros para organizar estas Jornadas. Cuando el año pasado se me ofreció el reto de organizar las XVII Jornadas Científicas de la Asociación Hispano-Argentina de Medicina y Ciencias Afines1, mi sentimiento fue ambivalente: por una parte alegría e ilusión, y por otra temor. Ahora que se inician estos días, reiteraros que es un privilegio para nosotros recibiros en la ciudad de Murcia, y un honor contar con tan ilustres visitantes tanto de nuestra querida Argentina, allende los mares, como de diferentes ciudades del Estado español.
Aunque es sabido que el sentido de estas Jornadas radica en la afición de saber y de aprender siempre algo nuevo, además, compartimos dos denominadores comunes: 1) el campo de estudio: la ciencia médica y odontológica; y 2) el idioma (la norma panhispánica del español) con una rica tradición cultural e histórica.
Respecto a la actualización científica, aunque el refranero popular redunda con gran acierto que “la medicina sólo puede curar las enfermedades curables”, si ojea mos la historia, sobre todo la historia de la medicina más reciente resulta evidente que los avances tecnológicos y científicos han contribuido a mejorar la calidad de vida de los pacientes haciendo curables cada vez más enfermedades. Esto sólo ha sido factible por la aplicación del método científico al quehacer médico. La ciencia médica es posible y necesaria: es posible porque las cosas que nos acontecen a los humanos son parecidas; y es necesaria porque esas mismas cosas son también diferentes.
Respecto a nuestro común idioma y acervo cultural, estas XVII Jornadas, al igual que las dieciséis ediciones celebradas con anterioridad, están organizadas con el espíritu de cofraternizar y estrechar círculos de amistad entre los asistentes. Parafraseando a Cicerón: “La virtud es lo que concilia las amistades y las conserva, pues está en ella la armonía de las cosas, la estabilidad y la constancia”. Más que nunca, en la Aldea Global donde ni las distancias ni el océano pueden separar la interrelación en tiempo real (a través de satélite), todavía sigue siendo necesario organizar eventos en los que podamos compartir momentos tête-à-tête con el fin de cultivar y alimentar la amistad.
Agradeciendo sinceramente vuestra participación en la confección del programa científico, y agradeciendo a los patrocinadores (ver contraportada) y a todas las personas que han colaborado en la organización de las Jornadas, deseamos que estos días en Murcia sean de vuestro agrado y se cumplan vuestras expectativas.
En nombre del Comité Organizador, y en el mío propio, recibid un cordial saludo y una calurosa bienvenida a la huerta de Europa.
María-Trinidad Herrero
Presidenta. Comité Organizador